El sionismo
La palabra sionismo es definida por la RAE con dos definiciones, que dicen:
- Aspiración de los judíos para recuperar Palestina como patria.
- Movimiento internacional de los judíos para lograr esta aspiración.
- Al principio, antes del antisemitismo en general y del antisemitismo nazi en particular, los judíos se justificaron diciendo que según su libro sagrado esa era una tierra legada por Yavhé, es decir, era la Tierra Prometida.
- Después del antisemitismo y de la solución final, mediante las críticas a los demás países que no habían podido evitar la masacre de una gran mayoría de judíos y justificando que debían ser capaces de defenderse de holocaustos como el ocasionado por Hitler.
Antisemitismo nazi
El antisemitismo es definido como la doctrina o tendencia que defienda la enemistad contra la raza hebrea, su doctrina y su creencia. El antisemitismo ha existido desde antes y durante el imperio romano, antes y después del cristianismo, durante la la edad media, la edad moderna y aún perdura hasta nuestros días. Al principio, durante el imperio romano cristiano y durante toda la Edad Media,la Edad Moderna y una parte de la Edad Contemporánea, el antisemitismo fue debido a motivos ideológicos y religiosos principalmente, acompañados de posibles motivos económicos. A partir de la segunda mitad del siglo XIX es cuando se empieza a desarrollar este tipo de antisemitismo. Se les empieza a culpar de perder en las guerras, de las crisis económicas...En concreto, el antisemitismo nazi surgió tras la Primera Guerra Mundial. De acuerdo con los términos del Tratado de Versalles (1919), Alemania era la única responsable del conflicto, por lo que fue despojada de su imperio colonial y de importantes territorios en el continente, como Alsacia y Lorena, y obligada a pagar onerosas reparaciones de guerra. La vida política y económica alemana se vio gravemente afectada a causa de las condiciones de este acuerdo. La elevada inflación, que alcanzó un punto crítico en 1923, casi acabó con la clase media alemana, y muchos de sus miembros, empobrecidos y sin esperanzas, se comenzaron a sentir atraídos por los grupos políticos radicales que surgieron en la posguerra. Pocos años después de que se hubiera alcanzado un cierto grado de progreso y estabilidad económica, la crisis económica mundial que comenzó en 1929 sumió a Alemania en una depresión que parecía irremediable. La República de Weimar, régimen instaurado en Alemania tras la disolución del II Reich (II Imperio Alemán) al finalizar la guerra, se vio sometida a crecientes ataques tanto de la derecha como de la izquierda durante estos años y no fue capaz de solucionar eficazmente la desesperada situación del país. Hacia 1933, muchos votantes alemanes apoyaron a alguno de los dos principales partidos totalitarios, el Partido Comunista Alemán (KPD) y el NSDAP.El NSDAP tuvo su origen en el Partido Obrero Alemán, fundado en Munich en 1919. Cuando Adolf Hitler se unió a él en ese mismo año, la agrupación contaba con unos 25 militantes, de los cuales sólo seis participaban en debates y conferencias. Hitler se convirtió en el líder de la formación poco después de afiliarse a ella. Durante el primer mitin del Partido Obrero Alemán, celebrado en Munich el 24 de febrero de 1920, Hitler leyó el programa del partido, elaborado en parte por él; constaba de 25 puntos en los que se combinaban desmesuradas demandas nacionalistas con doctrinas racistas y antisemitas; en el punto vigésimo quinto se establecía lo siguiente como condición indispensable para el cumplimiento de los objetivos previstos: “Frente a la sociedad moderna, un coloso con pies de barro, estableceremos un sistema centralizado sin precedentes, en el que todos los poderes quedarán en manos del Estado. Redactaremos una constitución jerárquica, que regirá de forma mecánica todos los movimientos de los individuos”.
Bueno, historia aparte, Adolf Hitler propagandó la idea de que los judíos eran los causantes de que Alemania perdiera la guerra, y también impuso la idea de que el contacto con los judíos era lo que provocaba la debilidad de Alemania. Sostenía que los alemanes eran una raza superior, la raza aria, cuyo objetivo era dominar a todos los demás pueblos, pero que el contacto continuo con las razas inferiores impedía que los alemanes produjesen todo su potencial, y que por tanto era necesario eliminarlas. Los judíos, que siempre fueron un grupo aparte en la sociedad por su propia voluntad, lo empezaron a ser por imposición externa. Para acabar con los judíos, Hitler no tomó ninguna decisión muy drástica al principio, si no que fue excluyéndolos poco a poco en distintas fases:
1ª Fase: Leyes y medidas discriminatorias (1933-1938). Las tristemente célebres Leyes de Nuremberg, nombre por el que ha pasado a ser conocida la legislación específicamente antisemita promovida en una convención del Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo celebrada en la ciudad de Nuremberg y aprobada poco después por el Reichstag (cámara baja del Parlamento alemán), el 15 de septiembre de 1935. Estas leyes privaban de la nacionalidad alemana a los judíos, prohibían el matrimonio o las relaciones sexuales extramaritales entre la población alemana aria y la judía y castigaban con severas penas de prisión a los que violaran estas normas. Ya iniciada la II Guerra Mundial, el régimen nacionalsocialista (nazi) de Adolf Hitler fue aún más lejos cuando decidió la imposición de la pena de muerte a quienes cometieran los delitos relacionados con dichas leyes. Entre algunos de los ejemplos de estas leyes están la anulación de la nacionalidad alemana a los judíos, les prohibían tener ciertos trabajos (esos empleos sufrieron un proceso al que podríamos llamar "arianización"), les obligaban a llevar ciertos símbolos para que fuesen reconocidos... La paranoia de Hitler respecto a la pureza de la sangre le llevó hasta el punto de poner en la misma situación a las personas que tuviesen hasta a un único abuelo judío. A medida que iba pasando el tiempo la situacion contra los judíos se fue volviendo cada vez más violenta, llegando a producirse varios progromos.
4. Solo los ciudadanos pueden beneficiarse de los derechos
cívicos. Para ser ciudadano, es necesario ser de sangre alemana, sin importar
la religión. Ningún judío puede ser ciudadano.
5. Los no-ciudadanos no pueden vivir en Alemania sino como
huéspedes y deben someterse a la legislación sobre extranjeros.
6. El derecho de dirigir el Estado y de hacer las leyes está
reservado exclusivamente a las ciudadanos. Exigimos que la función pública no
pueda ser ejercida por no-ciudadanos.
7. Exigimos que el Estado alemán se comprometa a procurar
medios de subsistencia a todos los ciudadanos. Si el país no puede alimentar a
toda su población, los no-ciudadanos deberán ser expulsados del Reich. [...]
23. Propugnamos la lucha contra la mentira política y contra su
propagación por la prensa. Para favorecer la creación de una prensa alemana,
exigimos:
- que todos los directores y periodistas de los periódicos en lengua alemana sean ciudadanos alemanes;[...]
- que sea prohibida por la ley toda participación financiera y toda influencia de los no-alemanes [...].
24. Exigimos la libertad en Alemania de todas las religiones, en
la medida en que no pongan en peligro ni ofendan el sentimiento moral de la raza
germánica. [..] El Partido combate el espíritu judeo-materialista. [...]
Esta fase acabó en la "Noche de los cristales rotos" (en alemán, Kristallnacht; 'Noche de cristal'),
nombre por el que se conoce un violento pogromo que tuvo lugar en
Alemania, durante la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938, cuando se llevó a
cabo una agresión organizada contra los miembros de la comunidad
judía y se destruyeron sus propiedades. Ese apelativo hace
referencia a los cristales destrozados como consecuencia de una noche de
violencia salvaje promovida por los nacionalsocialistas.
El pretexto de esta primera explosión masiva de histeria
antisemítica en Alemania fue el asesinato del diplomático alemán
Ernst Euard vom Rath en París, cometido por un joven alemán de origen judío,
Herschel Grynszpan, encolerizado porque sus padres habían sido expulsados por
las SS a Polonia. El atentado tuvo lugar el 7 de noviembre, y tan
pronto como el dictador Adolf Hitler, que se encontraba en Munich,
tuvo noticias de la muerte de Rath, incitó a las Juventudes Hitlerianas (sección
juvenil del Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo), a las
SA y a las SS a tomar represalias contra los judíos que aún
quedaban en Alemania.
Las veinticuatro horas siguientes fueron de un salvajismo
sin precedentes: fallecieron 91 judíos, hubo centenares de heridos y más de
30.000 resultaron arrestados y enviados a campos de concentración.
Se les liberó tres meses después, pero más de mil ya habían sido asesinados. La
noche del 9 al 10 de noviembre es recordada no sólo por las muertes o arrestos
sino también por la destrucción, en muchas ocasiones por medio de incendios, de
miles de tiendas, negocios y sinagogas. Después de este cruel acto, se obligó a
los judíos de Alemania (a los que la ley prohibía reclamar indemnizaciones de
sus seguros) a pagar una multa de mil millones de marcos por los daños
producidos. Esta medida fue promulgada por medio de un decreto el 12 de
noviembre, y el 15 de ese mes se prohibió oficialmente a quince niños judíos la
asistencia a las escuelas alemanas. Inmediatamente se produjo la huida de una
gran parte de la comunidad judía que todavía habitaba los territorios gobernados
por Hitler. Si se analizan estos hechos desde la perspectiva actual, resulta
evidente que la Noche de los cristales rotos marcó el comienzo del
Holocausto, es decir, de la política de exterminio de la raza judía
en Europa emprendida por el III Reich.
Judería o Gueto, en la antigüedad, parte de una ciudad en la que
se obligaba por ley a residir a los judíos. Por extensión, este
término se aplica a cualquier parte habitada mayoritaria o exclusivamente por
judíos. Es sinónimo del término italiano ghetto, aunque éste tiene un
significado actual más amplio.
Las juderías surgieron en principio como resultado de la
intolerancia practicada por los cristianos y del deseo por parte de los judíos
de mantener su unidad y exclusividad. El papa Pablo IV creó la
primera judería legal en Roma en el año 1555. Juderías similares fueron creadas
en la mayoría de los países de Europa durante los tres siglos
siguientes. Solían estar rodeadas por murallas y sus puertas se cerraban al
anochecer. En muchos casos los judíos estaban obligados a llevar un
identificativo cuando salían fuera de su recinto. La abolición de este sistema
se produjo a raíz de la Revolución Francesa y de los movimientos liberales del
siglo XIX. En 1870 la judería de Roma, la última legal que quedaba en Europa,
fue abolida por Víctor Manuel II, rey de Italia. Adolf Hitler
ordenó de nuevo su instauración en los países ocupados durante la II
Guerra Mundial como parte de su plan global de aniquilación de los
judíos.
En los últimos años el término gueto ha sustituido al de
judería y, por extensión, se ha aplicado, de forma despreciativa, a zonas
urbanas muy pobladas habitadas principalmente por minorías étnicas
o culturales.
El gueto más importante fue el de Varsovia, donde fueron recluidos
cientos de miles de personas condenadas a vivir hacinadas y mal alimentadas. En
abril de 1943 los judíos de dicho gueto se sublevaron ante la masiva política
de deportaciones a campos de concentración que realizaban los nazis. La resistencia
duró varias semanas, tras la cual, el gueto fue arrasado.
Durante la II Guerra Mundial los campos crecieron en número y capacidad. Se crearon otros nuevos como Auschwitz-Birkenau, Natzweiler, Neuengamme, Gross Rosen, Stutthof, Lublin-Majdanek, Hinzert, Vught, Dora y Bergen-Belsen. A estos campos fueron llevados millones de prisioneros de los países europeos ocupados (judíos, partisanos, prisioneros soviéticos de guerra o trabajadores extranjeros). A principios de 1942, la Oficina Central de Economía y Administración de las SS (Wirtschafts-Verwaltungshauptamt o WVHA) asumió el control operacional de los campos de concentración y los prisioneros fueron obligados a realizar trabajos forzados en la producción industrial. Además de los campos de concentración, la WVHA administraba cientos de campos subsidiarios y las oficinas locales de la policía de seguridad en los territorios ocupados administraban un gran número de campos de trabajo. Los prisioneros trabajaban hasta la muerte en industrias como la química I. G. Farben y las fábricas de cohetes V-2. Aquellos que ya no estaban en condiciones de seguir trabajando eran eliminados con métodos como la cámara de gas, el fusilamiento o las inyecciones letales. También se utilizaba a los prisioneros para supuestos experimentos médicos.
3ª fase(1942-1945). Solución final. Campos de exterminio, cámaras de gas y hornos crematorios.
Durante la II Guerra Mundial, los nazis también crearon centros cuya finalidad era el exterminio de poblaciones enteras. En estas instalaciones, las SS enviaban sistemáticamente a las cámaras de gas a millones de judíos y miles de prisioneros de guerra gitanos y soviéticos. Dos centros de exterminio (Vernichtungslager) operaban bajo la supervisión de la WVHA: Auschwitz-Birkenau y Lublin-Majdanek. Otros cinco centros de este tipo operaban en campos creados por los líderes de las SS regionales y de la policía: Belzec, Sobibor y Treblinka al este de Polonia, Kulmhof (Chelmno) al oeste de Polonia y Semlin en las afueras de Belgrado. Más de cuatro millones de personas, en su mayoría judíos, murieron en los campos nazis y otros dos millones más murieron en guetos por inanición y enfermedad o por fusilamiento a cargo de los grupos de asalto (Einsatzgruppen). En 1979 el campo de concentración de Auschwitz fue declarado por la UNESCO Patrimonio cultural de la Humanidad. Actualmente se conserva como un museo, símbolo de la crueldad humana, en el que las evidencias de la tragedia se mantienen para que se recuerde a las víctimas y para que una catástrofe similar no vuelva a ocurrir. Los hornos crematoriosse utilizaban para quemar los cadáveres. A medida que se empezó a hacer evidente que Hitler estaba perdiendo la guerra los campos de exterminio y los hornos crematorios empezaron a ser usados de manera masiva, para acabar con todos los judíos y así poder encubrir los millones de asesinatos cometidos. La mayor parte de los campos de concentración fueron habilitados como campos de exterminio, siendo los más tristemente célebres Auschwitz (Polonia, se estima que un millón y medio de judíos murieron aquí), Dachau (Alemania), Mathausen (Austria) y Treblinka (Polonia)
El holocausto, la solución final, la soah... Todos son nombres de un único suceso: la masacre de seis millones de judíos (cuatro millones en los campos de exterminio y de concentración, y los dos restantes de inanición, de hambre, de sed, fusilados, de enfermedad... durante su encierro en los guetos). Sin ninguna duda uno de los episodios de odio racial más vergonzosos y terribles de toda la historia de la humanidad. Dicen que es de sabios aprender de sus propios errores, pero que lo es más aprender de los errores de otras personas. Esperemos que la humanidad haya aprendido ya y que las masacres producidas durante la Segunda Guerra Mundial no se vuelvan a producir.